Repaso de tema 3. La Monarquia Hispánica en el siglo XVIII
Acordaros que aunque no entre en el examen es importante conocer el siglo XVIII para entender la historia contemporánea. Cuelgo varios textos para aclarar ideas.
LA MONARQUIA HISPÁNICA EN LA EDAD MODERNA
A lo largo de la Edad Moderna la Monarquía Hispánica consolida su poder, que queda personificado en la figura del rey. En estos siglos la Monarquía consigue crear y controlar un conjunto de instituciones, que le otorgan un poder preeminente sobre el resto de instituciones políticas, ostentadas por la aristocracia y la Iglesia. Asimismo, a través de guerras de conquista y hábiles estrategias matrimoniales había conseguido acumular un enorme conjunto territorial.
Sin embargo, la Monarquía absoluta se enfrento a importantes contradicciones derivadas de la magnitud misma que había alcanzado. En efecto, mantener el inmenso imperio requería un enorme esfuerzo bélico y diplomático. Sobre todo, las continuas guerras suponían un gasto excesivo, cuyo peso recaía sobre los pecheros (no privilegiados), que eran también los principales productores y consumidores. Frente a ellos se alzaban los privilegiados, nada dispuestos a renunciar a sus derechos. Así una de las principales problemáticas que la Monarquía tendrá que hacer frente será como aumentar unos ingresos imprescindibles para mantener su poder.
En el siglo XVIII, la nueva dinastía de los Borbones se enfrentó a estas profundas contradicciones. Estos reyes se apoyaron en las ideas de la Ilustración, un movimiento intelectual que en ese momento gozaba de gran prestigio e influencia en todas las cortes europeas. Los ilustrados planteaban unas propuestas de reformas que fueron en buena parte asumidas por la Monarquía, ya que suponían su fortalecimiento.
- Cambios en la organización política: El monarca constituía la encarnación misma del Estado, siguiendo el modelo del absolutismo borbónico francés (con los Austrias algunos reinos conservaban instituciones propias, como las Cortes).
- Cambios en el modelo territorial: modelo uniformizador y centralista, perdida de soberanía de los reinos que conformaban la Monarquía (especialmente en la Corona de Aragón, por su apoyo al Carlos, rival de Felipe en la Guerra de Sucesión). Las Cortes de Castilla convertidas en Cortes de España (con un papel únicamente consultivo).
- Cambios en la Administración: Los Secretarios eran una especie de ministros que contaban con la confianza del rey. Eliminación de los Virreinatos (salvo en América) y se crearon demarcaciones provinciales (con un capitán general como gobernador), reales audiencias y corregidores en las principales ciudades, también aparece la figura del intendente (recauda impuestos y fomenta el desarrollo económico). Todos estos funcionarios eran nombrados por el monarca.
- Contradicciones y problemas:
· Problema de la Hacienda. Solo pagan impuestos los pecheros y el Estado
gasta más de lo que recauda. Existe una necesidad de reforma, pero una
clara oposición de los privilegiados.
· Ineficacia administrativa. La administración estaba en manos de la
aristocracia que retrasa o entorpece medidas reformistas que no le convenían (hasta entonces era normal la venta de cargos para recaudar dinero el Estado, era necesario tener un titulo nobiliario para optar a un cargo publico de cierta importancia, en general tenían un pésimo nivel de formación...)
· Lento crecimiento de la economía española. Con una agricultura
atrasada como principal fuente de riqueza (con una enorme concentración de la propiedad de la tierra, en manos de la nobleza e Iglesia), una escasa burguesía, débil mercado interior y unos grupos privilegiados poco emprendedores en lo económico.
PROPUESTAS DE REFORMAS DE LOS ILUSTRADOS
-Liberalización de la agricultura: limitar los derechos de la Mesta (organización que reunía a los principales ganaderos que gozaba de ventajosas prerrogativas, en muchos casos perjudicando el desarrollo agrícola) a favor de la agricultura frente a la ganadería, proyectos de colonización de nuevas tierras (como el realizado en Sierra Morena) e impulsar proyectos de reforma agraria para aumentar el numero de propietarios y arrendatarios.
-Liberalización industrial: crear infraestructuras de transporte y fomentar la libre circulación de mercancías para crear mercado a nivel estatal de bienes y capitales. Fomento de la actividad industrial, liberalizando progresivamente el proceso de fabricación, abandonando paulatinamente la gestión directa de la Reales Fábricas (hasta entonces gestionadas por la monarquía) y protegiendo la industria nacional de los productos extranjeros con aranceles (impuestos que gravan las importaciones).
-Modificar las relaciones con la Iglesia: reforzar la autoridad del rey sobre la Iglesia, con el nombramiento real de las jerarquías eclesiásticas, restringiendo la fundación de nuevos conventos, expulsión de los jesuitas (que no acatan la autoridad del rey y que controlan la educación de la nobleza) y limitar los recursos de la Iglesia que marchaban a Roma.
-Mejora del comercio de ultramar, con una cierta liberalización del comercio colonial con América (fin del monopolio de Cádiz).
-Racionalización de la administración: centralismo uniformizador.
-Estabilizar y moderar la política impositiva, limitando el gasto público. Declarar honestas todas las profesiones, apoyo a la creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País (con la finalidad del fomento de la agricultura, la industria y el comercio, difundiendo las ideas ilustradas).
-Reforma de los estudios universitarios y las enseñanzas medias, se promueve la formación de Academias de ciencias y letras, se fundan escuelas de artes y oficios (de conocimientos prácticos) y se extiende lentamente la educación primaria.
LIMITES DEL REFORMISMO BORBÓNICO
- Oposición de la aristocracia a perder sus privilegios. Negación de cualquier posibilidad de cambio del status quo, no estaban dispuestos a ceder en concesiones sobre ninguno de sus privilegios (no pagar impuestos, reserva de la mayoría de los cargos públicos, y mucho menos una reforma agraria que amenazase su monopolio sobre la propiedad agrícola). . Rechazan a Carlos III, el mayor impulsor de estas reformas (por dar cargos de poder a extranjeros y por miedo a que sus reformas les resten poder e influencia) La burocracia estatal que proviene de la aristocracia retrasa o impide las medidas reformistas que no le convenían.
- Oposición de la Iglesia. El clero apuesta por el inmovilismo total, atacando a los ilustrados desde el púlpito acusándolos de ateos y revolucionarios, de suponer una amenaza para la religión y pretender mudar el gobierno. La Inquisición fue una herramienta para tratar de frenar el avance de las ideas ilustradas
- Aumento de los conflictos sociales, provocados por hambrunas, debido a malas cosechas, a la especulación con los cereales por parte de los grandes propietarios. Estos conflictos sociales del pueblo llano son atizados por sectores privilegiados para debilitar el poder los reformistas ilustrados (motín de Esquilache).
Los monarcas del reformismo ilustrado tenían, según sus proclamas, las mejores intenciones: deseaban extender la cultura y mejorar la enseñanza, y estaban empeñados en estimular el progreso de la economía y la sociedad. Pero querían hacer estas reformas sin cambiar el orden establecido, por lo que sus reformas tuvieron un carácter más que limitado.
Frente a una visión excesivamente benevolente hacia este movimiento y los resultados de estas reformas (el libro de texto es un exponente de este punto de vista historiográfico), existe una visión crítica con el despotismo ilustrado. “Todo por el pueblo” era su lema, pero sin contar con el. Para muchos historiadores, es realmente sorprendente, que el reformismo ilustrado haya logrado hacer creer a la posteridad el mito de que sus esfuerzos sirvieron para transformar y modernizar España. Ni consiguieron mejorar la agricultura (la colonización de nuevas tierras fracaso, no hubo reforma agraria, los periodos de graves hambrunas persistieron…), los logros en la industria fueron escasos, por no decir nulos, las grandes obras públicas o resultaron poco rentables o no pasaron del papel (a modo de ejemplo un camino tan vital como el de Madrid-Barcelona no permitía una adecuada circulación de carros), la supuesta apertura cultural resulta poco compatible con la evidencia de una censura cerril, que no consentía aquí lo que absolutismo francés toleraba.